Aceite de San José

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Frasco de 10ml

«Ése es Mi Aceite, hijos amados, el Aceite de San José. Os lo repito: será una Coraza que os protegerá contra todo espíritu demoníaco, os fortalecerá en vuestras pruebas, os alentará en vuestro caminar, os sanará del cuerpo, del espíritu y del alma.»

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San José dice: “Atended a los sabios consejos de Mi amadísima Esposa María, guardadlos en vuestro corazón, meditadlos y vividlos. Conservad la sencillez y la pureza en vuestro corazón para que seáis verdaderas ofrendas de amor a la Víctima Divina. No Me hagáis a un lado en vuestras vidas, fui el único hombre de la Tierra, en el cual Dios encontró complacencias. Entregadme vuestra vida interior y os la enriqueceré.

Os daré un regalo esta noche, hijos amados de Mi Hijo Jesús: El Aceite de San José. Aceite que será un Auxilio Divino para este final de los tiempos; aceite que os servirá para vuestra salud física y vuestra salud espiritual; aceite que os liberará y os protegerá de las asechanzas del enemigo. Soy el Terror de los demonios y, por ende, hoy pongo en vuestras manos Mi Aceite bendito. Propagadlo, será útil para toda la humanidad. Los hombres recibirán descanso a sus penas espirituales, físicas y morales.

Aceite bendito para todos los cristianos 

Además de los tres óleos que la Iglesia reserva actualmente para los sacramentos, también reconoce el uso del óleo bendito para todos los cristianos (véase Ritual Romano, pág. 393, n.º 3). Su propósito principal es la sanación y la protección contra el mal; pero también puede usarse para pedir todas las bendiciones que representa; es decir, todas las riquezas que tenemos en Jesús. Puede usarse para orar por uno mismo o por los demás. La forma más sencilla de ungir es hacer la señal de la cruz en la frente mientras se recitan las oraciones correspondientes (véase Ez. 9:3; Ap. 7:3). También se pueden ungir otras partes del cuerpo, especialmente cuando la necesidad de sanación se localiza en una o varias partes del cuerpo.

Si se usa con otra persona, es recomendable informarle que se está usando aceite bendito, que no es el óleo sagrado de la Iglesia, y que no se está administrando un sacramento de la Iglesia. [La Unción de los Enfermos está estrictamente reservada al ministerio del sacerdote católico ordenado].