PAÍS
Zapopan, Jalisco
MÉXICO






$300.00
Regazo para protección de nuestras almas y hacer oración.
No se lucra con el y NO es un amuleto.
Hecho de hilo de acrilán, impreso en serigrafía.
De todos los hombres que jamás vivirán, el Padre Eterno eligió a San José para ser el padre terrenal de Su Hijo Divino. Esto era necesario para el Plan Divino; no es necesario como la única manera en que Dios podría haber salvado al mundo, pero necesario de acuerdo con la sabiduría y la voluntad de Dios como la forma en que el mundo sería salvo. El amor, el honor y el respeto por José se deben a José debido a esta eterna elección divina y a la propia voluntad de José de cooperar plenamente con el plan Divino.
San Padre Pío dijo: «Ve con extrema confianza a José, porque no recuerdo haberle pedido nada a San José, sin haberlo obtenido fácilmente».
Dado que San José era el padre adoptivo de Jesús, trabajaba continuamente para su familia, la Sagrada Familia. Él proveyó por ellos, los protegió, y fue el jefe de la familia.
Ahora que está en el Cielo, es un poderoso intercesor para nosotros y el santo patrón de muchas personas y lugares diferentes.
San José es el santo patrón de la Iglesia Universal, bebés no nacidos, familias, padres, inmigrantes, justicia social, carpinteros, aquellos que buscan empleo, agentes inmobiliarios y una muerte feliz.
Su mayor mecenazgo, sin embargo, es el de la Iglesia Universal, un oficio que se puede decir que comenzó con la «iglesia doméstica» de la Sagrada Familia de Nazaret. Así como cuida diligentemente al Niño Cristo, continúa protegiendo al Cristo Místico, a la Iglesia.
San José era infaliblemente obediente a las órdenes de Dios. Cuando el ángel le dijo a San José que no tuviera miedo de traer a María a su esposa en su casa, obedeció. Cuando se le advirtió que escapara a Egipto, obedeció. Continuamente proveyó por su familia y los protegió, incluso ante un gran peligro.
A pesar de que no era el padre de Jesús biológicamente, San José era un padre devoto de la Palabra Encarnada, tomando el lugar en la tierra de Su Padre celestial.